Los pros y contras de una reforma integral de vivienda
Pros:
Poder crear un espacio adaptado a tus necesidades y las de tu familia
Se puede crear una nueva distribución, mucho más diáfana, práctica y amplia, con el fn de ofrecer mucho más espacio.
Apostar por nuevas tendencias decorativas y de diseño para cada una de tus estancias.
Será el momento perfecto para revisar las instalaciones de agua y luz, y si son muy antiguas, ¡renovarlas para evitar posibles futuros problemas!
Cuando se realiza una reforma integral puedes optar por aislar térmica y sonoramente tu hogar. ¡Notarás esta inversión en tu bolsillo con la bajada de gasto en la factura de la luz o calefacción!
Contras:
Se recomienda en las reformas integrales poder tener una vivienda donde poder vivir mientras se realizan las obras.
Necesitarás contar con un presupuesto mayor.
Según la zona en la que vivas o el tipo de edificación, tendrás que avisar a tu comunidad de vecinos de las futuras obras.
Los pros y contras de una reforma parcial de vivienda
Pros:
Puedes adaptar algunas de las estancias a tu situación actual familiar.
Con pequeños cambios de distribución, sin ser completa, puedes crear un nuevo hogar mucho más amplio y práctico.
Apostar por una reforma parcial antes de vender tu casa, ¡puede ser perfecto para aumentar su valor!
También lo notarás en tu presupuesto. Y es que la gestión de una reforma parcial será mucho más barato que una integral.
Puedes vivir en tu hogar sin necesidad de buscar un alquiler o segunda vivienda para poder trasladarte mientras terminan la reforma integral.
Contras:
Si tu idea es reformar tu hogar poco a poco, esto puede convertirse una desventaja. Y es que en muchas ocasiones pueden surgir problemas que puedan retrasarlo, y al estar siempre con reformas puede ocasionar estrés y cansancio en la unidad familiar.
En el caso de que la reforma sea en zonas como el baño o la cocina, es recomendable contar con un segundo lugar donde poder vivir durante los días de reforma.
En algunas ocasiones las reformas parciales pueden demorarse un poco más de lo esperado debido a problemas de instalaciones que externamente no se veían, pero que hay que subsanar.